Ella
Katana
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 |  Tema: Etsuya Hisamitsu (Cirquero)  Dom Ago 01, 2010 4:51 pm | |
| Nombre:
Etsuya Hisamitsu
Edad:
19
Físico:
El símbolo de atrás es un tatuaje que cubre casi toda su espalda.
Carácter:
Se podría decir que entre todos de los que trabajan en su circo, Etsuya definitivamente es, por mucho, el más considerado y querido. Etsuya se ha ganado un buen lugar desde que se unió al circo, no solo por su dotes de maternales con todos, sino que por su sinceridad y apoyo. A esos hombres rudos les ha complementado perfectamente el carisma del rubio y su linda forma de dirigirse hacia ellos, con tratos minuciosos y cuidadosos.
Seme, uke o suke:
Uke :B
Cualidades:
Es extremadamente tierno, divertido y es el alma del circo, pues se esfuerza por sonreír a todos a pesar de cualquier pena.
Defectos:
Se sobre carga de estres ya que, técnicamente, es el perrito faldero de su amo.
Le gusta:
Recibir una sonrisa por un trabajo bien hecho o por satisfacer a alguien. Es su adoración ser agradecido.
No le gusta:
El rechazo y estar solo.
Armas:
Ninguna. Es muy pacífico.
Habilidades:
Cocina, baila y se dedica en el circo siendo un trapecista, por lo que posee agilidades y resistencia.
Historia:
Huérfano de nacimiento. Era un chico sin familia ni nadie a quien recurrir, ni siquiera un techo. Es dudoso el cómo sobrevivió hasta el tercer año, o siquiera al segundo mes de nacimiento. Después de su tercer año, sin deseos sino que necesidad, se convirtio en un pobre vago ladrón, que robaba únicamente una barra de pan para sí, que seguramente es lo que comía en dos o tres días.
Su nivel económico era nulo, sufría enfermedades casi siempre, padecia bajo las lluvias y era visto como lo más bajo y ruin que podía existir. Era de esperarse causar un trauma con tanto maltrato.
Cumplió seis años y fue cuando, con un grupo de chicos que recién había conocido, se coló dentro de un circo por debajo de las gradas. Para su mala suerte, fue descubierto, pero para esto el resto de los infantes huyeron dejándolo solo. Recibió reprimenda, pero al final el dueño del circo lo consideró y le dijo que se uniese a su circo como esclavo, que aun en contra de su voluntad lo haría.
Claro que el niño lo dudó, pero consideró dos cosas: comida y un techo. Tenía que aceptar, aunque no sabía exáctamente que le esperaba en ese lugar. Como marca de pertenencia a su amo, se le hizo un tatuaje en la espalda. Al principio, desobedecía algunas órdenes que le parecían ridículas, pero recibia su reprimenda a punta de latigazos. Si no era minuscioso con cada detalle, latigazo...
Se interesó en todos al paso de los meses, por lo que lentamente se fue acercando a los cirqueros. Su interés estaba en los trapecistas, a los que les pidió que le enseñarán.
Su amo, al notar sus habilidades, decidió pasar a algo más. Le ofreció que dejaría de ser exclavisado así, que le permitiría practicar con los trapecistas, pero que a cambia, debía darle su cuerpo.
Y así fue...De en eso en adelante, el muchacho se desempeñó como un gran trapecista, conocido por sus compañeros por su amabilidad y consideración, inclusive era el cocinero de todos, algo que aprendió del último, el cual había fallecido ya. Está totalmente agradecido con su amo a pesar de las penas pasadas durante los 5 primeros años, pues gracias a él es por lo que ahora tiene una vida. | |
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