¿Un chico de la familia real?

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Jue Mar 10, 2011 11:23 pm

De repente, sin que pudiera explicárselo, terminó hundido entre un montón de nieve que cayó de las ramas del árbol bajo el que se ocultaba, podía jurar haber visto que algo había golpeado el árbol, como una mano invisible. Se liberó de la nieve y una vez más esquivo otro intento de ataque del príncipe-¿Qué clase de trucos sucios estás usando, eh? ¿Qué no puedes jugar limpio?-Le recriminó observándolo suspicaz con esa expresión maliciosa, sus expresiones tenían ese toque de maldad sensual que lo hacía tan irresistible por mucho que le pesara al menor.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Miér Jul 27, 2011 2:18 am

- ¡Yo no hago trampa! - Se quejó. Sus mejillas estaban rojas, tanto por la verguenza de la acusación como por el sensual aspecto que el otro ofrecía con aquella sonrisa... más por aquello último. Corrió de él, ocultandose tras unos arbustos, lanzandole varias bolas de nieve más, logrando que una le diera en la cara, gracias a la ayuda de su magia, y riendo por ello al correr más de él, logrando así que, entre jugueteos, se fueran acercando cada vez más al puente.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Vie Jul 29, 2011 9:27 pm

Takeshi estaba dejándose llevar por el juego de manera algo descuidada, porque no había notado que estaban a punto de llegar al puente hasta que el barandal de este se cerró contra su espalda y recordó el convenio al que habían llegado de supuestamente dejar que el menor se bañara en el lago y luego continuar tratando de escapar de los soldados de su padre, los cuales estaban cada vez más cerca…cielos, no debía seguir perdiendo el tiempo así. Se detuvo y sigilosamente observó el movimiento de todos los arbustos hasta localizar en su perímetro cual era donde estaba escondido el príncipe. Escondiéndose de su vista a la medida en la que avanzaba, de pronto se le abalanzó encima, capturándolo-¡Te tengo!-Anunció con autosuficiencia

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Sáb Jul 30, 2011 12:53 pm

Shiro ni siquiera se había dado cuenta de las intenciones ajenas, oculto tras unos arbustos, tratando de ahogar su risa. Menos mal que no se había dado cuenta de su magia o le podía ir mucho peor en cuanto al rescate se refería. Cavilaba aquello cuando sintió sus brazos alrededor de su cuerpo y de inmediato se sobresaltó.- ¡Hey! ¿Que haces? ¡No! - Protestó, sintiendose atrapado y como lo cargaba - ¡Bajame, bajame! ¡Lo prometiste! - Le recordó, forcejeando un poco para ver si lo soltaba. No le gustaba que lo llevaran así.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Lun Ago 15, 2011 11:13 pm

-Se acabaron los juegos “su alteza”, yo gané…así que ahora necesita bañarse…-Lo devolvió al piso junto al río-Estaré detrás de esos arbustos, mientras tú te das prisa… ¿De acuerdo? Descuida, son aguas termales, no vas a tener frío…-Dijo con una maliciosa sonrisa, antes de colocarse donde le había dicho. Se sentó en un tronco que estaba recostado junto al puente y observó a lo lejos que el humo aumentaba, ahora habían tres columnas más, estaban cada vez más cerca.-Demonios…-Murmuró mientras se esforzaba en pensar qué haría, se le agotaban las ideas, quedaban muy pocos recursos para seguir pensando en escapar, aunque todavía siguiera engañándose a si mismo con la idea de que era posible.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Mar Ago 16, 2011 1:17 am

A pesar del berrinche que hiciera, el mayor no lo dejo libre sino hasta dejarlo junto al agua, soltando un enorme suspiro. En realidad si sentía deseos de bañarse, pero le daba algo de verguenza. Esperó que el otro estuviera ya oculto entre los arbustos para empezar a soltar su obi.- ¡No te atrevas a mirar! - Le advirtió, desnudando poco a poco aquella piel tersa y casta que ningún hombre habia osado manchar jamás. Se metió entonces en el agua, estregandose el cuerpo con esta y disfrutando la agradable sensación mientras jugaba un poco a perseguir ranitas por el borde del agua, sobre los nenufares, sin alejarse demasiado de la orilla. Lo disfrutaría un poco ya que estaba ahí.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Jue Dic 29, 2011 3:36 pm

Takeshi lo escuchaba jugueteando pero no quería voltear, no por obedecer al chiquillo, sino más bien por no sentirse tentado a hacer algo de lo que se arrepintiese luego. Tomó un trocito de madera y empezó a tallarlo, en voz baja le empezó a hablar a su espada para ordenar sus ideas-Estamos atrapados..."hori"...¿Qué se te ocurre?-Se calló unos momentos como si el pedazo de metal le estuviera respondiendo, después dijo:-mm...eso no se oye como una mala idea...pero casi no tenemos tiempo ya...deben estar a lo mucho a unos 500 metros de aquí...aja...-Poco a poco el pedacito de madera que tallaba con su navajita, iba tomando la forma del príncipe-Se suponía que mis hombres podrían contra ellos, al menos los retrasarían un poco, pero ahora no sé en donde diablos se metieron...¿Habrán muerto todos?...-Miró al cielo, poco a poco espió con el rabillo del ojo al príncipe, lucía muy lindo, tenía una piel preciosa. Suspiró y otra vez se obligó a dejar de mirar-Esto es indignante...-

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Dom Ene 01, 2012 4:39 pm

Confiando en la buena fe del samurai y en que no lo espiaba, Shiro se atrevió a intentar hacer un poco de jabón con su magia, con el que se lavó el cuerpo y el cabello hasta sentirse limpio. Igualmente usó un poco de magia para saber si estaban tan cerca de un pueblo como el otro pronosticaba y se dio cuenta de que tenía razón, aunque cada vez estaban mas lejos del castillo. Ello le entristecía. Quería volver con su hermano, a lo que conocía, pero sabía que escapando, se perdería.

Suspiró finalmente, abandonando aquellos pensamientos para salir del agua, manipulando las rafagas de aire para secarse, aunque le diera mucho frío, y luego de nuevo ponerse su kimono, lento para no mojarlo demasiado con su cabello húmedo. Cuando terminó, fue a buscar al mayor.- Ya esta...- Musitó, pero a pesar de la anterior tibieza del agua, ahora tenía frío de nuevo.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Mar Ene 03, 2012 12:07 am

El samurai volvió a quitarse el abrigo y se lo cedió mientras todavía tallaba su pedacito de madera -Póntelo...mientras se te seca el cabello o te resfriaras...-Le extrañó que le llegaba un olorsito agradable desde el príncipe-Es sólo mi idea o...¿Hueles a jabón?...-Lo miró con una ceja arqueada, le sonrió suspicaz, pero después suspiró desviando la mirada de él-Debo estar loco o esas aguas estaban perfumadas...yo que sé...-Se levantó y comenzó a desvestirse en la cara del chiquillo sin importarle, pero le dio la espalda porque se volvió hacia el río y se soltó el cabello, que le cayó sobre la musculosa espalda blanca como una cascada de reluciente ébano negro-No me tardaré nada...quédate aquí, en eso quedamos...siéntate donde yo estaba...te estaré vigilando desde allá...-Le advirtió antes de tirarse un clavado en el agua, se veía que estaba honda y tenía ganas de nadar.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Mar Ene 03, 2012 12:51 am

El menor no se hizo de rogar para tomar el abrigo ajeno, en el que se envolvió. Estaba calido gracias al mayor y era muy cómodo. Ante su comentario se hizo el desentendido, mas no pudo evitar desviar la mirada, como sonrojado. - Es solo tu idea, yo no huelo nada...- Mintió porque, claro, no le iba a dar la razón - Por supuesto que estas loco...- Le afirmó como si fuera obvio, rodando los ojos, mas luego sonrojandose a morir al ver como se desnudaba tan tranquilo frente a él. De acuerdo, tenía un cuerpo de envidiarse, y estaba tan... ¡No! No podía permitirse fijarse en esas cosas. Negó con la cabeza y solo se sentó en el piso, tratando de no verlo - Aja... A-aqui me quedo...- Le dijo, bastante "sumiso" mas era por la sorpresa de verlo desnudo así sin más, siendo él un doncel. No quería verlo, ¡No lo vería! Se entretuvo mirando la figurita de madera... Valla, ¿En serio la había hecho él?

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Miér Ene 04, 2012 5:13 pm

Takeshi nadaba por todo el laguito, se sentía tan bien...ahora que todos sus compañeros estaban muertos o habían sido capturados, ya ni siquiera sentía culpa de haber dejado de lado su armadura y el código...por el momento claro...porque nunca podría escapar de su pasión más grande, que a la vez también era su gran maldición: ser un samurai.

"Están más cerca" Pensó al ver las columnas de humo, ahora más largas, acariciando las tupidas nubes; también estaban más gruesas, lo que indicaba que ya habían avanzado demasiado para esa media hora a lo mucho que llevaban ahí "Maldición...¿Ha llegado el fin de todo?...¿De mi clan, de mi honor...de todo? ¿He fallado la misión?...Justo cuando planeaba hacer algo bueno por el clan...sucedió todo lo contrario...desearía que no me hubieras cautivado de esa forma cuando te encontré solo y perdido en esa maldita aldea...príncipe Shiro..." Lo buscó con la mirada y lo encontró ahí sentado todavía, le daba la espalda, había muchos recuerdos, pero el que llegó primero a su mente fue ese tonto beso que le dio, se relamió los labios inconscientemente "Qué estúpido fui al hacerlo...pero sus labios tenían la forma...el sabor...precisos...perfectos..." Lo miraba todavía, ¿Qué era esa sensación? ¿Acaso le estaba doliendo asimilar que pronto se separarían?. Ahora, en su mente, lo estaba viendo dormido, dormido en la cabaña, atado el pobre...dormido en la tienda...tan tranquilo...tan tibio...tan dulce. "Maldita sea...¡ya deja de pensar así de él!...él se irá...se lo van a llevar con los que pertenece...y a ti, a ti te van a matar como un perro...después de todo tu esfuerzo...¿De qué sirvió? ¡Al diablo todo! Ya terminó...Sólo por...un romance...tú no fuiste hecho para eso, tú no puedes, ¡No podías! Porque...eres un samurai" Negó con la cabeza y se decidió a salirse del agua, más que agobiado, lejos de relajado, pero se quedó tenso e inmóvil.

Sentía el peligro detrás suyo, cuidadosamente se volteó, alcanzó a verla apenas, parecía una serpiente curveandose hacia él en medio del agua, estaba enorme y tenía franjas rojas, lo que indicaba que era venenosa. Maldijo por haber creído que aquel "baño" era buena idea. Apenas alcanzó a moverse, la serpiente se lanzó contra él, alcanzó a desviarla con el brazo pero sintió con toda claridad los colmillos enterrarse en sus nudillos. La serpiente arremetió contra él repetidas veces, no podía capturarla, se le escabullía muy rápido, aunque la empujara con el antebrazo cada vez que intentaba alcanzar su cuerpo con sus colmillos. En un movimiento veloz se volvió para tomar la espada que había dejado tirada muy cerca del agua, afortunadamente, pero la serpiente arremetió una vez más, no alcanzó a bloquearla, y se prendió de sus costillas-Aghh...maldita sea...-Soltó un quejido ¡Perfecto! Ahora moriría por la culpa de una serpiente ¿Sin honor? ¡Qué va! Aquello era humillante. De un tajo la cortó por la mitad desde el hocico abierto, pero ya poco se podía hacer. Dificultosamente se salió del agua arrastrándose hasta alcanzar el yukata y cubrirse un poco con él, jadeante, tenía la visión borrosa-Shiro...-Lo llamó como pudo, con la débil voz que le quedaba, era la primera vez que lo hacía, el veneno se extendía con velocidad, podía sentirlo dolorosamente en las venas.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Jue Ene 05, 2012 5:51 pm

Shiro procuraba no mirar al samurai pero de vez en cuando no podía evitar desviar la mirada al lago para saber que hacía. Había hecho un trato con el otro para que le diera un poco más de libertad con la condición de no escapar, pero le preocupaba el hecho de que cada vez se internaban más en el bosque. Según Takeshi, estaban dirigiendose a otra aldea, tal vez allí pudiera encontrar una forma de escapar pero... ¿Y si le atrapaba de nuevo? Entonces estaría muerto y el otro no confiaría en él de nuevo.

Escuchó un tumulto en el agua y al darse cuenta, el samurai estaba siendo atacado por una especie de serpiente de mar enorme y, por sus colores, venenosa. Se asustó muchisimo y se levantó, huyendo de allí cuando notó que el animal fijaba en él la mirada. No quería morir. Además, era la oportunidad perfecta para escapar. La serpiente había mordido al samurai, por lo que seguro no sobreviviría. Corrió buscando alejarse. Huiría y le dejaría allí. ¿Podía hacerlo?

Le escuchó llamarlo lastimeramente. Ello le recordó a aquel susurro en que pronunció su nombre aquella vez en que lo había besado. A pesar de tenerlo secuestrado, nunca le había hecho nada malo. Además le había salvado la vida y el honor cuando aquellos sujetos intentaran ultrajarlo. ¿De verdad podía irse y dejarle ahi como si nada? Soltó un suspiro profundo y se dio la vuelta para volver con él. No, no podía hacerlo. Él no era así. Además, no podía dejarlo ahi moribundo, él necesitaba su ayuda.

Se acercó a él, con cuidado, viendo las heridas que le había dejado la serpiente, y tomó la cabeza del samurai para dejarla en su regazo.- Shsss... No hables - Le dijo, posando un dedo en sus labios para que no se esforzara en hablarle. Tomó una de sus manos, la herida, y empezó a intentar extraer el veneno con su magia. Si podía hacerlo de todo su cuerpo, tal vez podría salvarle la vida - Tal vez sientas algo de frío - Le musitó - Intenta no dormirte, ¿Si? - Le pidió, para poner manos a la obra.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Dom Ene 15, 2012 7:05 pm

Sintió la calidez del menor tomarle en brazos, justo cuando pensaba que se iría y que lo dejaría ahí ya que lo último que vio claramente fue cuando echó a correr hacia el bosque. Pero todavía podía verlo, aunque sintiera los párpados tan pesados y la imagen estuviera borrosa, era su rostro angelical el que estaba ahí hablándole para que no se durmiera. Había un frío tan intenso debido a la nieve que comenzaba a sentirse tremendamente adormecido, todo el cuerpo se le entumesió en cuanto se tuvo que arrastrar fuera del agua, pero se esforzaba en mantener los ojos en esa imagen de su rostro concentrado y sus cabellos aguamarina, agachado sobre él. No sabía que estaba haciendo pero sentía como un viento helado corriendo por sus huesos lentamente. Su mano alcanzó el rostro del menor, cuando ya podía moverse, aunque todavía el frío lo tuviera petrificado y los estragos del veneno estuvieran todavía doliéndole en las costillas-¿Por qué...regresaste?-Fue lo que pudo murmurar, apenas audiblemente.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Sáb Ene 28, 2012 12:13 pm

Al notar que podía conseguir sacarle el veneno con su magia, se concentró en ello, trabajando de manera lenta, pues aún no sabía controlar del todo sus poderes, apenas sabía hacer algunas cosas pero temía que sus fuerzas se salieran de control. Mantenía al otro apoyado sobre su regazo, mientras trabajaba con una expresión de concentración absoluta. Sabía que el frío debia darle sueño, pero por lo mismo intentaba mantenerlo despierto, moviendole apenas de vez en vez para impedir que los ojos se le cerraran.

Sintió su mano en su rostro, estremeciendose no tanto por el frío, sino por la sorpresa, que se le quedó pintada en el rostro ante aquella pregunta. - No podía dejarte aquí... después que me habías salvado de esos sujetos...- Murmuró, sonrojandose un poco al recordarlo, pues a la par que se le venía a la mente aquella escena, también el beso que el otro le había dado vino a su mente.- Además... te había prometido no escapar - Añadió - Quiero demostrarte que puedo cumplir mi palabra - Musitó, apartandole unos cuantos mechones del atractivo rostro al samurai, sonrojandose un poco más ante ello, para volver igual a su ocupación de salvarle la vida. Le quitaría el veneno, pero por desgracia no sabía curarle.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Vie Feb 24, 2012 10:55 am

Takeshi sonrió, una sonrisa que estaba vez no era fruto de sorna o de malicia, sino...de verdadera alegría. Se rió muy poquito, apenas si podía hablar pero es que esas palabras en verdad le causaron júbilo-Jamás pensé...que tú...que dirías algo como eso...-Dijo todavía con ese hilo de voz, pero poco a poco, iba sintiéndose mejor. El horrible dolor del veneno transitando por sus venas, amenazando con detener su corazón, fue siendo reemplazado por ese viento helado que fluía a través de la herida, por su interior y luego volvía a salirse.-Cuando te pones así...todo rojo...te ves...bonito-Musitó, se sentía al borde del delirio, no sabía cuanta sangre habría perdido ya, ¿Sobreviviría? No...¡Sí! Demonios claro que sí, al menos lo suficiente para regresar a Shiro de donde lo había tomado, luego ya podían matarlo como perro o podía morirse ahí tendido en medio de la nada, sobre la nieve blanca.

De repente, ya no quedó más dolor en sus venas, solamente en esa herida palpitante en su costado-Tsk...a ver...-Musitó mientras hacia esfuerzos por sentarse. Cuando al fin lo logró, se sentó junto a Shiro con un suspiro, se sentía tan mareado, pero es esforzaba por no desmayarse. -Yo voy a hacer presión, mientras tú sigues mis instrucciones...¿De acuerdo?-A penas si podía hablar, emitía las palabras pesadamente, de forma lenta, pero clara, y aunque estaba en ese estado, no dejaban de sonar autoritarias, era increíble aquel samurai.-Tráeme esa pequeña bolsa que está a un costado del cuello del caballo...-Esa frase tan larga había sido todo un triunfo, porque la había dicho más o menos de forma fluida.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Vie Feb 24, 2012 6:31 pm

Ante su primera frase, rodó los ojos. - Deberías dejar de reirte, vas a ahogarte - Le advirtió - Pero ya vez que, aunque sea un principe, puedo tener el mismo honor que un samurai. Puedo cumplir lo que prometo - Señaló, aunque no se había quedado tanto por aquello, lo sabía, había pensado en huir. Pero más había podido su preocupación y la inmensa deuda que, sentía, tenía con el mayor, que sus ganas de escapar a quien sabe donde.

Cuando le dijo aquello de su sonrojo, este se intencificó todavía más y Shiro, nervioso, desvió la mirada, sintiendo que los ojos profundos y oscuros del samurai le estaban absorviendo, haciendo que se perdiera en ellos inevitablemente. Se concentró en curarle para que se le bajara el sonrojo y finalmente logró extraerle el veneno lo que le dejó un poco agotado pero satisfecho, pues había logrado su cometido de salvarle la vida al mayor. Sin embargo, cuando pensó que había acabado, el otro comenzó a levantarse, haciendo que tuviera que asistirlo, aunque no evitó reprenderlo. - ¡Takeshi! ¡Deja de moverte! - Le dijo, alterandose - ¡Te vas a desangrar! - Le advirtió, con preocupación, que le motivó a hacer lo que el mayor le decía para evitarle esforzarse. Asintió con la cabeza, firme, sin importar que le estuviera "ordenando", yendo en busca de la bolsa que le decía y dejandola en su regazo. Luego se puso en pie, le tomó desde los hombros con ambos brazos, utilizando su fuerza para arrastrarlo hasta que se pudiera apoyar en el tronco de un arbol, para que pudiera mantener el equilibrio.

- Bien... ¿Ahora? ¿Que tengo que hacer? - le preguntó, volviendo a su lado - No te esfuerces, sea lo que sea yo puedo hacerlo...- Le aseguró con el rostro concentrado y las mejillas algo rojas por el frío.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Dom Feb 26, 2012 10:21 pm

-shhh, no me...pasará nada...-Hizo el intento de tranquilizarlo cuando comenzó a regañarlo. Se sorprendió al sentir sus manos tibias agarrándose a sus brazos, con la intención de arrastralo a otro lado-¡No! estoy...muy pesado...-Trató de detenerlo, pero al final lo logró, vaya, no era tan debilucho como se veía, o él pesaba menos de lo que creía, como fuera, el príncipe en serio estaba preocupado por él, lo entendió cuando lo miró a los ojos, su mirada estaba llena de decisión, y le aseguró que él haría lo que hiciera falta, con tal de que no se esforzara-Está...bien...estoy confiando en ti...-Le aseguró para tranquilizarlo, en voz baja, a pesar de que decir cosas como esas no estuvieran incluídas en su forma de ser habitual, estaba tratando de modular su temperamento, por la situación y porque el chico estaba portándose más que bien con él, más que agradecido, estaba siendo noble, y sinceramente, lo conocía suficiente como para entender que él también estaba haciendo un esfuerzo por portarse así.

-Vas a tomar el frasco con el líquido verde...es...para detener la hemorragia...quiero que lo pongas directo en la herida...-Le explicó, le urgía detener el sangrado, porque ya estaba empezando a ver borroso. -Arde...así que...tienes que ponerlo poco a poco...con el gotero-Se estaba preparando mentalmente, la verdad sentía algo de temor por ese ungüento, porque la herida estaba muy profunda, sabía que le iba a doler hasta la médula, pero no había más opciones ni tiempo.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Lun Feb 27, 2012 12:17 am

Shiro asintió lentamente y tomó la bolsita, encontrando el frasco que le decía. Al abrirlo, notó de inmediato el penetrante olor, que aunque no era desagradable, por lo intenso si le había mareado un poco. Se recogió las mangas del kimono que usaba, ahora todo manchado de sangre, tomó el gotero como le decía y con cuidado lo llenó por completo, todo lo que le daba. Estaba por ponerselo en la herida cuando recordó a su cuñado, Yu, y como este le sostenía fuertemente la mano para que no llorara con las curaciones cuando se lastimaba. Su mano buscó la suya, sosteniendola para tratar de calmarlo en cierto modo, suponiendo que de verdad iba a dolerle y poco a poco, como le habia indicado, en la herida, viendole retorcerse de dolor, pero aún así haciendo lo que le habia dicho el mayor.

-¡aghhh!...¡mnhh!-Se mordió con bestialidad el labio inferior mientras su torso se curveaba violentamente hacia adelante, aquello era como tres veces peor que el veneno, pero...cuando Shiro lo tomó de la mano...de forma inexplicable, el dolor pareció disminuir, por lo menos lo suficiente, para que pudiera enfocar en su mirada al príncipe. Trató de no lastimarle la mano, por lo que hacía el intento de no apretársela mucho, solamente así, por el miedo a lastimarlo, fue como logró irse relajando poco a poco-nhh...-Finalmente, el dolor empezó a bajar, al igual que el sangrado; hasta que al final lo que quedó fue sólo el ardor de la piel expuesta. Lo miró a los ojos entonces, una mirada que fue intensa por segundos, que comunicó a ambos a un nivel espiritual...su alma mirando a la suya, apartando todo aquel frío, tanto de la nieve como el de la barrera que los separaba a ambos, debido a sus difíciles carácteres. De pronto se dio cuenta de que debía decir algo y tuvo que desviar la mirada un momento para recordar qué-bien...ahora...sí...-Tomó aire, se le escapaba de los pulmones por la pérdida de sangre, pero intentaba retenerlo aún así-toma el hilo negro...está enredado...en el pedazito de madera...Le explicó-clavada...ahí también...está la aguja...tienes que ensartar la hebra...más o menos larga...¿Has cosido...alguna vez?-No, seguramente estaba perdido, los príncipes no cosían, y seguramente, menos uno como él.

A pesar de que quizá el otro lo estaba lastimando un poco, no se quejó. Intentaba que aminorara su dolor a través de eso. Cuando finalmente ya se le fue pasando un poco el dolor el también suspiró, aliviado, acariciando apenas el dorso de la mano del samurai con su pulgar antes de que sus miradas se encontraran, tan intensas, tan profundas... Sentía que se perdía en los onyx que el otro tenía por orbes, pues estas le absorbían por completo, rebasando cualquier barrera que hubiera entre ellos hasta que finalmente el otro desvió la mirada y él mismo se sonrojó al darse cuenta de lo que hacía. Escuchó sus palabras y asintió leve con la cabeza, siguiendo sus indicaciones, buscando la aguja y el hilo, que intentó ensartar pero era dificil. Ante su pregunta se sonrojó aún más. - Bueno...- bajó la mirada, avergonzado de admitirlo - Solo una vez...- Recordó que le había hecho a mano a keiko un amuleto de buena suerte. Había terminado con todos los dedos punzados por la aguja pero había valido la pena. - Puedo hacerlo, pero procuraré que no te duela, primero...- Posó ambas manos en su piel, una a cada lado de su herida - Sentirás frío, tal vez te duela un poco... Pero lo hago por tu bien, de acuerdo? - Señaló, posandole un dedo en los labios para hacerle callar, usando sus poderes de hielo para enfriarle la piel, durmiendole así los nervios para que no le doliera lo que le haría. - Ahora, quedate quieto...- Le dijo, una vez ensartada la aguja para comenzar a cerrarle la herida, con algo de temor pero lo mas firme de caracter que podía.

Takeshi se quedó quieto, ¿Frió? pff, por favor no podía estar hablando en serio, no podía sentir más frío estando tendido en la nieve prácticamente desnudo. Solamente desvió la mirada, ni se atrevió a vigilar lo que estuviera haciendo, pero de verdad lo dejó sorprendido, no era tan novato en la magia después de todo, eso del dominio de los elementos había escuchado que no era tan sencillo. Le reconfortó la idea de que le dijera que por lo menos una vez lo había hecho antes, pero eso no era suficiente del todo, para coser piel, tenía que tener un poco de práctica, pero en fin, por lo menos ahora que le había adormecido la herida, podía tener un margen de error más o menos considerable. Ya casi no sentía nada, a penas si podía enfocarlo con la mirada, lo veía muy concentrado, con esa expresión en la cara también se veía lindo, sus facciones eran casi femeninas, si no fuera porque lo sabía muy bien, hubiese sospechado que se tratara de una chica, con ese color de pelo encima, y su piel tan suave, sus manos casi no las notaba.-¿Qué tal?...¿Ya lo lograste?-Se burló levemente, desviando la mirada hacia el cielo.

Estaba concentrado tratando de coser la herida, aunque no era algo que le gustara demasiado. Sus manos estaban ensangrentadas a causa de la herida, y a veces se pinchaba los dedos con la aguja pero procuraba no quejarse, porque sabía que el otro debía estarla pasando peor. Poco a poco estaba logrando cerrar la herida, pero con la perdida de sangre, le preocupaba que el otro, a pesar de todo, se desmayara, o peor aún, muriera. Ante su pregunta murmuró un quedo - Ya casi...- Y continuó concentrado. No le faltaba mucho. Había intentado hacer las costuras juntas, como una vez le dijera su cuñado, para que no fuera a abrirse la piel luego de aquello, sin coser tampoco demasiado en los bordes para no herir la carne cercenada por el veneno. Al terminar, suspiró aliviado, pasándose una mano por la frente, que terminó manchada también como sus manos, pero no lo notó. - Ya está - Musitó finalmente, buscándole la mirada de nuevo - ¿Como te sientes? - Preguntó, aún preocupado.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Mar Feb 28, 2012 4:59 pm

Takeshi despertó de súbito al escuchar su voz llamándole, por poco se quedaba dormido, y si eso hubiera pasado, bueno, hubieran habido muy pocas posibilidades de que despertara de nuevo. Sus ojos oscuros buscaron su rostro, cuando lo encontraron, lo observaron manchado de sangre, perlado de un leve sudor, esa imagen, la imagen del príncipe cuidando de él, ensuciándose las manos, haciendo todo eso...que seguramente jamás había hecho por nadie, le proporcionaba un poco de fuerza interna, para seguir luchando contra inconsciencia.-¿Cómo...crees tú?...-Contestó con la voz baja pero firme, con esfuerzo modulaba el tono para que no se oyera tan decaído-No podemos quedarnos aquí...tenemos que refugiarnos en algún lugar o...-"van a encontrarnos" iba a decir, aunque a lo mejor permitir eso fuera lo mejor para el príncipe, a él lo matarían sin que pudiera defenderse y simplemente él no podía morir así, por lo menos, quería morir luchando, con la poca dignidad que le quedaba. -Tienes que...ayudarme a levantarme...-Comenzó a hacer el esfuerzo de ponerse en pie.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Mar Feb 28, 2012 11:06 pm

Se le colorearon mas las mejilas por la verguenza ante aquella respuesta. Por supuesto que se sentía fatal. ¿Para que había preguntado? Escuchó sus palabras y asintió, leve a ellas. Por supuesto, no podían quedarse allí o el otro moriría congelado. - Creo que el pueblo no esta lejos...- Musitó - Tal vez... podamos llegar allí antes de que anochezca... - Comentó en voz baja, escuchando lo que decía, acercandose a ayudarle a incorporarse, pasando uno de los brazos del mayor, pasandoselo por encima de los hombros, para cargar en parte con su peso hasta dejarlo apoyado contra el tronco del arbol. - Sostente...- Susurró. Le dejó, para ir por el caballo. Acarició por instantes al animal, rozandolo con sus manos, que al principio le hicieron encabritarse por el aroma a sangre, pronto Shiro logró hacer que se acostumbrara. Y debía hacerlo, porque Takeshi estaba herido. Luego de susurrar cariñosas palabras al oido del animal, y acariciar su cuello y hocico, este se dejó hacer más mansamente por el principe.

Entonces lo tomó de la brida, llevandolo a donde Takeshi, haciendole reclinarse sobre la nieve para que el otro pudiera subir mas facilmente. COn el costado herido no iba a poder hacer el esfuerzo de subirse al caballo, por mas que quisiera. - Sube... Yo conduciré esta vez...- Sabía andar a caballo, su hermano le había enseñado a hacerlo. Además, sus sobrino, Howl y Haku, también lo hacían muy bien, era algo que se llevaba en las venas... como la magia. - ¿Vamos? - Inquirió, esperando su respuesta.

Takeshi utilizó toda la resistencia que le quedaba para no trastabillar mientras lo ayudaba a llegar al árbol. También para equilibrar su peso, porque a pesar de que lo ayudara obvio no podría cargarlo por completo si llegaba a caerse. Aún tenía en el brazo el abrigo con el que se cubría por lo menos la cintura- Dame mi ropa...-Pidió un tanto apenado, porque la corteza del árbol en su piel fue quien le recordó que estaba desnudo, vaya, si le daba una pulmonia o algo así sería una muerte todavía peor. Controlando su mente para manejar el dolor en un segundo plano se vistió rápidamente y se puso el abrigo, su cuerpo entró en calor rápido debido a que el dolor le calentaba el cuerpo, aceleraba su pulso sanguíneo, por lo menos algo tenía de bueno lo ocurrido. Quiso halagarlo mucho por como logró controlar a su caballo, porque no era para nada manso y rara vez se dejaba dominar por alguien que no fuera el samurai, pero Shiro le agradaba, eso era claro, afortunadamente compartían ese gusto... Lo miró con una ceja arqueada cuando dijo que él conduciría, pero la verdad no le quedaba más opción que esa, él no podía, estaba demasiado aturdido, no podía ver bien y se sentiría rápidamente, desorientado. Tendría que confiarle su suerte al príncipe una vez más-Está bien...pero me escucharás todo el tiempo...¿De acuerdo?, el bosque nevado, es un terreno difícil...pero...si procuras seguir una sola ruta...guiándote por el horizonte...será más fácil-Trató de darle algunos consejos, luego de ya estar encima del caballo, se veía calmado a pesar de todo.

Shiro le tendió su ropa, le ayudó a vestirse, y una vez que se hubo subido al caballo,ayudó al animal a ponerse en pie de nuevo con el peso de Takeshi sobre él. Suponía que no hubiera podido hacerlo con el peso de ambos. Le acarició el hocico y el cuello al animal de manera lenta, pausada, tratando de transmitirle calma, antes de mirar al otro. - Se cabalgar...- De nuevo le volvió el orgullo a la voz, un instante al exclamar aquello - Puedo hacerlo, no me subestimes...- Le dijo. Con habilidad se subió al cabello, lo tomó de las bridas y lo espoleó. Había recogido todas sus cosas, no dejaban nada atrás, estaba seguro. Comenzó a andar primero a un trote ligero, pero aún no cabalgaba. Quería ver si el mayor podía aguantarlo. Seguía sus indicaciones, tratando de trazar un camino recto, guiandose por el horizonte. Necesitaba llegar al pueblo. - ¿Como se llama? - Preguntó - El pueblo... ¿Sabes como se llama? - Inquirió, hablandole para que no fuera a dormirse. Si se dormía, estarían en problemas - Y él también... el corcel... ¿Como se llama tu caballo? - Le preguntó. Mientras lo tuviera pensando, eso ayudaría. Y saber el nombre del caballo le ayudaría a él, a mantenerlo amansado mientras fuera necesario.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Sáb Mar 03, 2012 10:13 pm

-El pueblo se llama "Shiji"...-Le respondió, mientras luchaba contra la inconsciencia, y se esforzaba por mantener los ojos fijos en el horizonte, poniendo atención a los pasos que daba el caballo para que no se desviaran. -Hace mucho tiempo lo invadieron y lo defendimos...pasé mucho tiempo ahí...por eso aún lo recuerdo...es el más cercano...-Relataba, la verdad no estaba acostumbrado a hablar mucho sobre él, pero tenía que seguirlo haciendo si no quería desmayarse. luego recordó que le preguntó el nombre del caballo "...¿Tenía nombre?" se preguntó a si mismo sintiéndose estúpido por no lograr recordarlo en ese momento, su cuerpo estaba muy agotado como para pensar-Creo que sí...-Contestó en voz baja, porque a veces sentía que ese animal era tan inteligente, que aunque no pudiera hablar, podía entender lo que le decía y no quería que los dejara ahí barados.-La verdad es que...ahorita...no recuerdo-Confesó, inconscientemente recargó la frente en el hombro del menor, pasándole un brazo al rededor de su cuerpesito, cuando el caballo casi trastabillea en un hoyo que había en la tierra pensó que se caería del caballo, pero después solamente suspiro, la calidez del príncipe y estar sujeto a él, le quitó un poco la pesadez de cabeza. -Ya no falta mucho...-Musitó contra la espalda del príncipe, esperando que pudiera escucharlo, porque ya no podía hacer que su voz se escuchara alta, por más que lo intentaba.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Dom Mar 04, 2012 12:37 am

Lo escuchaba atentamente mientras cabalgaba, guiando al corcel a través del bosque con toda la habilidad que tenía y que no se veía desviada en cuidar del herido samurai. - Pues espero que realmente este tan cerca, me preocupa que te pongas peor...- Murmuró con preocupación, con las bridas del caballo en sus delicadas manos, guiandolo para evitar cualquier obstáculo. Rodó los ojos al escuchar que no recordaba el nombre. Pero que útil. Pese a que su ceño se frunció levemente, no le dijo nada... sin embargo, se tensó de manera visible por la sorpresa cuando sintió que el otro se apoyaba en él. No lo había visto venir y precisamente por ello no se dio cuenta de aquel hoyo en la tierra en el que casi trastabillearon. Al darse cuenta de que por su descuido casi caían, se sintió avergonzado y sus mejillas tomaron un vivo color. Asintió cuando le dijo que no faltaba mucho. - Cuando lleguemos... tenemos que ir a una posada - Musitó, para mantenerlo entretenido en algo, aunque fuera en sus palabras - Y llamaré a un doctor para que venga a revisarte la herida - Añadió - ¿Tienes dinero? - Supuso que debía tener, o la iban a tener aún más dificil.

-¿Doctor? ja...ja-Se rió como pudo, pero lamentó su burla, cuando en verdad le dolió el costado por el esfuerzo, así que ya no lo hizo.-¿dinero? claro que tengo, pero...estás loco...niño...solamente...necesitamos un lugar...para pasar la noche...no voy a ver...a ningún doctor-Naturalmente, se hacía el fuerte, el invencible-Un poco de descanso...sólo con eso...bastará-Sí claro, la verdad era, que si no le hacían una transfusión, tal vez no despertara al siguiente día, pero él se sentía muy orgulloso como para aceptar ayuda, la aceptaba de Shiro, muy a su pesar, porque era él, y porque esa había sido una excepción mayúscula.

Al fin el pueblo era visible en el horizonte, se dio cuenta de que seguía apoyado en el chiquillo y se dio vergüenza a si mismo, mentalmente se auto reprendió, y se incorporó poco a poco, mientras entraban al pueblo, tratando de mostrarse, al menos, un poco digno y que no llamaran la atención.

- No te estoy preguntando si quieres ver al doctor... te estoy diciendo que lo haremos, idiota...- Le espetó, frunciendo el ceño ante aquella actitud de suficiencia del otro. A duras penas podía tenerse en pie, ¿Y pretendía pasar la noche sin ver a un doctor? ¡Estaba loco! Asi iba a amanecer muerto al día siguiente. - Descansaras, después de ver al doctor...- Señaló muy serio. Comenzaron a entrar al pueblo, y Shiro avanzó por la calle principal muy seguro. Sintió que el mayor se incorporaba, quitandole su calor y una parte de él se sintió aliviada de ya no tener su peso encima, pero otra, mas chillona en su interior, lamentaba el tener que abandonar la cercanía con que había tenido al otro. Al detenerse para dar paso a un carruaje, le preguntó a un vendededor por la posada, y al este señalarsela, de inmediato tomó rumbo hacia ella. No quedaba lejos, así que estuvieron allí enseguida. - Vamos, pedirás una habitación... Y luego yo iré en busca del doctor...- Le dijo al otro, para bajar del caballo con toda la gracia que un principe debía tener, a pesar de su aspecto casi aterrador por las manchas de sangre.

-No porque te haya...dejado ayudarme...ya sientas...que puedes decirme qué hacer...pequeño...inútil-Le contestó, apenas si podía hablar, pero claro que no podía dejar que le hablara así, lamentó no estar en sus cinco, para poder reprenderlo como se merecía. El caballo, como para hacerlo callar, como si pudiera entender que discutían, brinco una zanja a propósito, y el samurai dio un bote en el lomo del animal, que le dolió de verdad-ughh...-Se retorció un poco agarrando con más fuerza al menor-tú también...me las vas a pagar...animal...del demonio-Mascullaba eso entre dientes, siseando, el príncipe había hecho un buen esfuerzo cosiéndolo, pero los puntos tan chuecos, le jalaban la piel cuando se movía.

Suspiró cuando otra vez le estaba dando órdenes-Sí claro...su majestad...-Contestó con sarcasmo, mientras se bajaba del caballo con mucha menos gracia que él, porque cuandos sus pies estuvieron en el piso de nuevo, tuvo que sujetarse fuerte del animal por el mareo-Demonios...-maldijo otra vez, se sentía inútil, odiaba eso por completo. miró al chiquillo lléndose-Tsk...maldita sea...necio...mimado...¡imbécil!-Tal vez el coraje le dio la fuerza suficiente para entrar en el lugar como si nada, luego de atar bien al caballo para dejarlo fuera. Cruzó esa puerta caminando hasta de forma altiva, aunque lenta. Reservó la habitación, una del primer piso, para no terminar moribundo en los escalones, estaba tan pálido y tan incapaz de enfocar la mirada, que la preocupada casera, preguntó si se encontraba bien, pero él ni siquiera respondió, se limitó a subir las escaleras. Apenas estuvo en la habitación, se derrumbó sobre el suelo de madera, agradeció que nadie tuviera que verlo así, se arrastró hasta el futón jadeando-no...-Apenas si pudo murmurar antes de lentamente desmayarse.

Shiro entró al lugar a hablar con la casera, para pedirle una habitación, cuando el samurai entró con paso altivo a adueñarse de la situación. Rodó los ojos pero se mantuvo en silencio hasta que lo vio perderse por las escaleras. Supuso que podía llegar a la habitación, así que en cuanto lo perdió de vista, lo primero que hizo fue preguntar por un doctor y en cuanto le dieron la dirección fue corriendo a buscarle. Este, al verlo lleno de sangre, se preocupó enseguida y fue por su aspecto adorable que decidió ir con él. Le había inventado la historia de que él y su "hermano mayor" habían sido atacados en el bosque por un animal y que su hermano mayor se había herido por protegerlo. No tenía porque hablar de la serpiente gigante o sus poderes. Al llegar a la habitación lo encontraron desmayado en el piso, muy cerca del futón. Con la ayuda del medico lo movieron hasta dejarlo sobre este y pronto le apartó el abrigo para que viera las heridas y pudiera tratarlo, cosa que el medico comenzó a hacer de inmediato mientras Shiro solo podía observar. De nuevo le tomó la mano, como antes, esta vez con ambas de las suyas, observando en silencio como le trataban, deseando fervientemente que resistiera todo aquello.

Takeshi, en medio de su inconsciencia, todo lo que escuchaba era una voz insistente, de un hombre, pero había otra más, una más suave, de un tono más agudo, que insistentemente seguía hablándole, pero poco a poco la escuchaba menos. Se sentía atraído por una especie de vacío blanco, brillante, lo llamaba. Justo cuando iba a ir hacia allá, volvió a escuchar la voz infantil hablándole, se giró lentamente y lo vio, tan sólo su pequeña silueta a lo lejos "¡Ven!...regresa..." Le decía. Trató de hacerle caso, pero no podía, por lo que el pequeño fue hacia él "¿príncipe?..." Quiso preguntarle al verlo, pero descubrió que no podía hablar tampoco, solamente lo escuchaba, lo miraba sonreírle, con ese atuendo todo blanco, que resaltaba sus facciones aniñadas, sus ojos aguamarina "¿A dónde vas, nii-chan?...¡regresemos!". Lo tomó de la mano y gentilmente comenzó a alejarlo de la luz blanca, cuando la miró sobre su hombro, poco a poco se estaba desvaneciendo, dejando en penumbras aquel lugar, poco a poco ya no pudo ver tampoco al menor, y después, nada...

"¿Nii-san?"

Estaba despierto, pero no podía abrir los ojos. Sus pesados párpados estaban como pegados. Con esfuerzo, logró irlos abriendo lentamente, la muy tenue luz de la madrugada, se colaba por la ventana. Seguía ahí tirado, no recordaba haber llegado al futón. Volteó a un lado, ya no estaba solo, el "pequeño inútil" había regresado, y estaba arrodillado a su lado. Quería hablarle, pero su cuerpo estaba entumesido.

A pesar de que viera al medico curarle, no por eso había quedado tranquilo y de vez en cuando intentaba zarandearle leve, le acariciaba el cabello o le llamaba, bien fuera por su nombre o diciendole "nii-chan" frente al doctor para mantener aquel teatro que había inventado. Si hubiera sabido que era un samurai, quien sabe si le hubiera atendido. A pesar de todo en ningún momento soltó su mano, era como si se apoyara en el otro, a pesar de que intentara que aquello fuera a la inversa. Cuando finalmente el medico se marchó, diciendo que estaba estable, Shiro suspiró aliviado. No se atrevió a salir de ahi por si el otro se despertaba así que había mandado a traer algo de comida, pero no la había tocado, pues no era para él sino para el otro. Terminó por quedarse dormido por el agotamiendo, con el mentón apoyado en su pecho, aún arrodillado al lado del futón con la mano del samurai entre las suyas. Su respiración era lenta, pausada, como si estuviera durmiendo profundamente, pero algo pareció alterarlo de pronto y sus ojos se abrieron de manera repentina, con sobresalto, solo para darse cuenta de que el otro tenía los ojos abiertos. Suspiró con alivio. - Al fin despertaste...- Exclamó, para luego apartale unos mechones de su frente - ¿Estas bien?...-

Lo miró a los ojos, eran idénticos como los del...¿sueño? ¿Había sido un sueño o un trance? No estaba del todo seguro, pero lo había visto, había sido su voz la que escuchó, de eso sí estaba seguro -¿Nii-san?...-Fue lo primero que atinó a preguntarle, lejos de decirle algo que por lo menos lo tranquilizara, porque con claridad se veía, que seguía preocupado por él, pero tener tacto no era algo que caracterizara al samurai. Se sentía mejor, eso era una extraña señal. Ya no le molestaba tanto la herida, ya no se sentía tan mareado, era un hecho que había llevado al doctor de todos modos. El día anterior cuando se desmayó de verdad creyó que ya no despertaría, el malestar había sobrepasado sus niveles de aguante, algo que no le había sucedido en toda su vida, jamás había permitido que le hiriesen de muerte, que ironía que fueron los colmillos de una serpiente los que casi le dan muerte, y no el filo de una espada.

Todavía tenía la sensación cálida sobre su pecho, sabía que había estado apoyado sobre él, y su mano seguía estando entre las suyas-¿A qué se debe...mi repentina integración...a tu familia?...-Cuestionó otra vez con su sarcasmo y esa media sonrisa, maliciosa y burlona.

Cuando fue el otro quien le llamó de ese modo, frunció un poco el ceño, sin entender, más sus últimas palabras fueron las que le hicieron caer en cuenta de lo sucedido. Rodó los ojos ante aquello y soltó una de sus manos para golpearle el hombro, viendole sonreir de esa manera maliciosa y burlona, era un hecho que ya no estaba muriendo. - Idiota, tuve que decirle eso al doctor para que viniera a curarte - Señaló - No podía decirle que eras un samurai, ¿Quien sabe si hubiera venido? - Señaló, y negó con la cabeza, suave - Le dije que habiamos salido de caza y nos había atacado un animal en el bosque y que me salvaste la vida. Así que para el doctor, tu eres mi querido nii-san...- Exclamó, y al decirlo, sus mejillas se colorearon un poco - No puedo creer que estuvieras haciendote el tonto...- Exclamó, porque si lo habia escuchado, seguramente era que estaba fingiendose mal. Le tomó la temperatura y al no percibir nada extraño se tranquilizó - Y por cierto, va a venir mañana así que espero que no hagas escandalos...- Advirtió.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Dom Mar 04, 2012 5:51 pm

Takeshi lo escuchó, y frunció el seño molesto cuando comenzó a hablarle así otra vez, ahora sí que se sentía mejor, para su desgracia, porque ya no se lo permitiría. Bruscamente lo tomó de las solapas de la ropa y lo atrajo hacia él-Mira, chiquillo mimado...vas a dejar de hablarme así y de darme órdenes, si no quieres que te de tu merecido, ¿entendiste?-Le siseó muy cerca del rostro mirándolo molesto directamente a sus ojos aguamarina, pero entonces en esa mirada encontró algo que hizo que se arrepintiera de tratarlo así, lo soltó y desvió la mirada con un suspiro de fastidio-No estaba fingiendo...no deberías decir estupideces luego de que tú estuviste ahí ayer y lo viste todo, deja de hablar de más...-Cuidadosamente se sentó, ya le habían vuelto un poco las fuerzas levemente, pero al sentarse se dio cuenta del hambre que tenía, como si no hubiera comido en días.-...¿Cuánto tiempo he dormido?-Se llevó una mano a la frente para estabilizarse un poco, tenía la vista nublada, seguramente por el esfuerzo leve de sentarse, la herida todavía estaba bastante fresca.

Shiro se sobresaltó cuando el otro le tomó de las solapas de la tunica de aquel modo y casi pudo sentirse temblar, porque pensó que el samurai de verdad iba a golpearlo por aquella expresión que tenía, pero luego pareció cambiar de opinión y lo soltó, por lo que sus niveles de ansiedad volvieron a bajar. - Pero es que tú...- No pudo protestar nada cuando le dijo que no hablara de más asi que simplemente se enfurruñó, cruzandose de brazos. Suspiró escuchando su pregunta y no tuvo que contar para responderle. - Como unas ocho horas, creo... Ya pasa de la medianoche y llegamos antes del atardecer...- Le recordó. Lo vio tambalearse y suspiró. A pesar de que no lo quisiera, debía ablandarse. El otro estaba herido y era su única forma de regresar a casa por lo que debía hacer a un lado su orgullo, al menos de momento. - ¿Tienes hambre? - Preguntó, aunque sin mirarlo directamente, su mirada estaba desviada a la ventana y sus mejillas un tanto coloreadas. - La casera trajo un par de bentos. Estaba esperando que despertaras...- Y con un gesto de la cabeza le señaló las cajitas envueltas que estaban un poco más allá de donde se encontraban.

Takeshi volteó a mirar entonces las cajitas de obento, de inmediato recordó cuando él le daba de comer en la boca al príncipe esas mismas cajitas, cuando había estado atado en la cabaña, esos recuerdos...lo llevaron directo al del beso, justo después de su "hazaña" cuando lo rescató de los tipos que querían abusarlo. Simplemente apartó la mirada para dejar de recordarlo e intento vovler a la realidad-Sí...¿Aún no comes nada? Pero si...ayer no comiste tampoco...-Recordó, en todo el día luego de lo ocurrido, no se habían detenido a comer nada ni una vez-no tenías que esperarme...-con ese comentario, le hacía notar al príncipe que apreciaba ese hecho, volteó a mirarlo buscando sus ojos aguaramarina y cuando los encontró, le sonrió otra vez de esa manera ladeada, maliciosa; algo que fue muy súbito, porque no acostumbraba hacer eso-pequeño idiota...-Le regresó el golpe que le dio en el hombro antes, y luego como si nada dijo-vamos a comer-Sin embargo, prefirió no aventurarse a tratar de ponerse en pie para ir por los obentos-...¿Tráelos, no?-Preguntó, tratando de disimular lo avergonzado que se sentía, por no poder ni caminar unos cuantos pasos.

- Si, ya lo se, pero...- Volvió a bajar la mirada. No es que no tuviera hambre, sino que había estado bastante preocupado por el otro como para comer algo. Espera... ¿Él? ¿Preocupado? Debía estar delirando por el hambre. Encontrarse con sus ojos de nuevo y esa sonrisa maliciosa, por alguna razon le hizo latir fuertemente el pecho. Su golpe en el hombro le hizo sonreir leve y asintió, levantandose para ir por los bentos. Volvió con ambos y los dejó en sus piernas, abriendolos y tomando uno de los rollos con sus palillos. - A duras penas puedes moverte, yo te daré de comer...- Le dijo en tono suave para que no pensara que le estaba reclamando o imponiendo y no fueran a pelear de nuevo. debía ser condescendiente. - Vamos, abre la boca. Di ahhh...- Le dijo, acercandole el rollo, como si fuera un niño mas que un herido, con una expresion suave y amable en su rostro.

Takeshi, por primera vez desde que se habían conocido, se ruborizó, de forma encantadora-Eh...N-no...si puedo...-Trató de rehusarse, pero el rollo prácticamente ya estaba contra sus labios, por lo que no le quedó otra más que abrir la boca y aceptar el bocado. Lo miró a los ojos, con esa expresión adorable que tenía, y no pudo más que agachar la mirada para tratar de calmar un poco su rubor mientras masticaba. Se pasó el bocado y lo miró, esos ojos negros, que siempre se habían mostrado helados y vacíos ante el príncipe, ahora tenían un brillo de vulnerabilidad, de pena y de agradecimiento a la vez. Una vulnerabilidad que nunca dejaba salir ante nadie, el príncipe la había descubierto con esa facilidad. En medio del silencio y del momento, se le quedó mirando a su pequeña boca rosita, y otra vez sintió deseos de besarlo. Trató de recordar ese sabor en silencio mientras de repente el piso le resultaba interesante. Trataba de reprimir ese tipo de impulsos, todas las veces anteriores, que se había sentido presa de ese tipo de atracción, le resultaba sencillo deshacerse de ella...pero en esa ocasión...simplemente le resultaba casi imposible.

- Shssss...- Le calló un leve y suave siseo que pareció calmarlo y finalmente le dejó hacer. Le dio el rollo y luego le dedicó una leve sonrisa. - Mucho mejor...- Tambien se avergonzó al percibir el rubor en el rostro del mayor. No lo había visto sonrojado antes, nunca a decir verdad desde que lo conocía. A decir verdad aquella situación era extraña, demasiado "intima" para un captor y su secuestrado... sin embargo, algo en su interior le decía que no podía ser de otra forma, ni aunque lo hubiera querido. De nuevo pareció perderse en sus ojos un instante, pues los ojos del otro en ese momento le pareció que brillaban de una manera sincera, casi agradecida. No sabía si era a causa de su enfermedad, el reflejo de la luna o lo que fuera... pero lo hacia lucir mas atractivo aún. Comió un rollito y de nuevo le acercó otro a la boca al samurai, luego de acariciar un poco su cabello para tratar de llamar su atención sin ser demasiado brusco. - Di ahhh...- Ya era obvio que no lo iba a dejar comer por si solo.

El samurai tuvo que resignarse cuando otra vez llamó su atención así, esperaba que no lo hiciera a propósito porque supiera lo avergonzado que lo hacía sentirse que lo tratara como a un niño, ese gesto tan suave con el que atrajo su atención, sencillamente tuvo que dar un suspiro discreto para controlar su sentir. Abrió la boca en silencio, dentro de su "frialdad", aunque su expresión siguiera seria, conservaba ese brillo en los ojos que lo delataba, que hacía que el momento se tornara íntimo, aparentemente, los dos se sentían del mismo modo. Miraba que él también estaba comiendo y por lo menos eso lo tranquilizaba, lo había hecho sentirse culpable, recordar que no comieron nada el día anterior, y el anterior a ese, apenas si le había dado cualquier cosa, pobre príncipe, seguramente después de haber estado acostumbrado a un sin fin de manjares a todas horas del día, había terminado capturado por él y había conocido el hambre, el frío...y a pesar de todo eso, seguía siendo bueno con él. Mientras pensaba en eso, no pudo evitar quedarse mirándolo a los ojos otra vez, sin notarlo.

Aquella comida silenciosa que ambos estaban manteniendo, por alguna razón le recordó a su pasado, a la cabaña... Cuando le había dado de comer aquella primera vez a pesar de su gesto altanero y luego cuando, a pesar de su pierna herida, había terminado consiguiendole algo de comer. Se dio cuenta que a pesar de la frialdad del samurai y su mal genio, no estaba siendo todo lo malo que podría haber sido con él. Pudo haberlo dejado pasar hambre y frio en aquella cabaña, pero lo dejaba estar sobre la cama, lo cubría con su abrigo cuando tenía frío... Tal parecía que todo eran "negocios" como solía decir su hermano, cosas que tienen que hacerse, pero no por eso, sufrir por ellas. El otro, a pesar de todo no le habia hecho sufrir en todo ese tiempo y ahora recien se daba cuenta de ello mientras comían. Su mirada se vio capturada casi de manera inevitable por las oscuras orbes ajenas y cuando se dio cuenta de la manera profunda en que le observó, no pudo evitar aquel halago que hiciera a sus ojos, lo que lo llevó a sonrojarse y recordar inevitablemente aquel beso que le había robado... ¿Por que lo habia hecho?

Takeshi se sorprendió mirándolo a los ojos todavía, y apartó la mirada-Ya casi se termina...-Dijo de repente para cambiarle el tema y sacar a ambos de ese trance, muy a su pesar, hubiera querido llevarlo a más...pero simplemente no lo soportaría una segunda vez. La cajita de obento que era suya estaba por terminarse al igual que la del príncipe-¿Por qué no te comes también lo que queda en la mía? Así se compensara que no hayas comido nada ayer...-Cometió a propósito el error de no decir "hayamos" porque en realidad él tampoco había comido nada, pero no le convenía hablar en plural, porque su cometido era lograr que el príncipe aceptara lo que quedaba. Además de todo, ya se estaba mareando otra vez, ya no quería seguir comiendo, le parecía que su cuerpo ya no iba a aceptar más comida. Quería descansar más, quería acostarse de nuevo y dormir otro rato, pero recordó que no podían estar tan quitados de la pena, apenas ayer habían acabado con lo que quedaba de su ejército. Seguramente ya los estaban buscando, por los alrededores. No quería que volvieran a invadir ese tranquilo pueblo.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Dom Mar 04, 2012 6:16 pm

Cuando el otro apartó la mirada, pareció despertar de un trance, uno profundo en el casi su alma se había sumergido casi por completo. Sacudió suavemente su cabeza para evitar cualquier pensamiento extraño que pudiera volver a formarse en su mente. Escuchó sus palabras y aunque tenía deseos de refutarle porque el herido era él, ya no quiso pelear, estaba cansado la verdad aunque pareciera que recien ahora su cuerpo se hubiera percatado de ello. Asintió suave y se decidió a terminar con lo que quedaba en ambos bentos, que a decir verdad no era mucho tampoco. Suspiró y cuando terminó con los bentos se levantó para lavarlos con un poco de agua y volver a dejarlos envueltos un poco más apartados. Bostezó y se talló el rostro con las manos para intentar mantenerse despierto. Había mirado por los alrededores de la habitación cuando el mayor aun no despertaba, pero no había descubrierto más que un solo futón, que a pesar de que era lo suficientemente espacioso para los dos, le daba verguenza compartir, más aún porque no quería lastimar por accidente al mayor mientras se moviera dormido.- Debes descansar. En la mañana te sentiras mejor, eso dijo el doctor - Musitó, abrazando sus rodillas, apoyando el menton en ellas, observandolo - Duermete...- Le ordenó, con voz suave, mientras el se apoyaba de la pared tras él, en aquella postura, para intentar conciliar el sueño. En otras circunstancias ni siquiera se le hubiera pasado por la cabeza ser condescendiente con él, pero la situación lo ameritaba, más después de todas las cosas que había razonado.

Takeshi se quedó ahí sentado mientras le extrañaba que no hubiera protestado nada cuando le dijo que se comiera el resto; obedientemente se levantó, hasta lavó las cajitas. Lo vio bostezando, era obvio que estuviera cansado. Cuando tomó esa posición y se recluyó en la pared diciéndole eso, se le quedó mirando con una ceja arqueada-¿Y tú te vas a quedar así? Olvídalo, anoche tampoco dormiste nada...-Tragó un poco y apartó la mirada, pensándoselo dos veces para decir-...aquí cabemos los dos...-Propuso, aclarándose la garganta para tratar de mantener su seriedad-Pero si no quieres...yo dormiré en el piso...descuida...como si no lo hubiera hecho antes...-La verdad eso no lo ayudaría a curarse, pero que importaba, no podía restarle importancia a que el príncipe no durmiera, él también merecía descansar, aunque cuando regresara junto a su "verdadero hermano" tuviera mucho tiempo para ello...en el fondo realmente esperaba que dijera que sí, serían más momentos que pudiera pasar a su lado, aunque fuera de ese modo tan patético, no le importaba, porque entre más horas pasaban, más sentía que su muerte estaba cerca. No había servido de mucho que lo salvara entonces, ¡pero sí! sí porque pelearía, debía morir en batalla, sí, como todos sus colegas...que por cierto nunca podría perdonarse, que hubieran muerto por su causa.

Aunte su propuesta, el rostro del menor tomó un vivo tono rojizo, como un tomate. Era como si le hubiera leido la mente. Escuchó las palabras ajenas, sobre dormir en el piso y negó, frenetico, poniendose de pie. - ¡No, no! ¡Nada de eso! - Exclamó, pero al darse cuenta de que habia subido la voz, se sonrojó. Volvió a bajarla. - Tu debes descansar aqui, estas herido...- Señaló, pasandose una mano por el cabello, un tanto inseguro. - Si quieres que duerma contigo, vale, pero no me hago responsable si te golpeo mientras duermo - Le advirtió al otro. Se levantó y rodeó el futón para recostarse del lado contrario al que el otro tenía la herida. Había otra almohada, la cual tomó entre sus brazos y abrazó a su cuerpo, para apoyar en esta su cabeza y su cuerpo, acomodandose en posición fetal y dandole la espalda la otro. Volvió a bostezar. - Descansa, ¿Si? - Exclamó - Ya mañana pensaremos... en que hacer...- Exclamó, con un nuevo bostezo, apoyandose en la almohada y cerrando los ojos, buscando dormirse. Aunque pensar que lo estaba haciendo tan cerca del samurai de nuevo volvió a traer un sonrojo a sus mejillas.

Tema: Re: ¿Un chico de la familia real? Sáb Mar 10, 2012 12:43 am

-Descuida...-Musitó con pereza solamente, ante eso de que no se responsabilizaba de pegarle. Luego sintió su cuerpo tibiesito acomodarse junto al suyo, se había dado cuenta perfectamente de la forma en la que se había alterado cuando le propuso incialmente que durmieran juntos, trató de disimular la sonrisa de satisfacción que eso le causaba, luego se sintió estúpido, ¿Qué estapa pasándole? Molesto, recuperó la seriedad. -Sí...-Respondió, comenzando a adormilarse, pero no quería dormirse, luchaba contra la inconsciencia. Con el rabillo del ojo espiaba al príncipe, apenas si podía verlo de espaldas, estaba ahí encogido a su lado, su pequeña figura no ocupaba nada de espacio, había sido muy exagerado con eso. ¿Era la última noche que se verían? Seguramente al amanecer, los encontrarían, él nunca fallaba en sus presentimientos, y era muy fuerte la corazonada que tenía de que la hora estaba cerca. Muy cerca...
Como no queriendo la cosa, se acercó un poco más al otro, hasta que pudo percibir ese aroma natural que desprendía, suave pero fresco, no era dulce, era más bien agradable.
Entrecerró los ojos disfrutando, de la simple cercanía, en esos momentos, había terminado reducido a tan sólo un miserable que ya no merecía nada, un solitario hombre que había terminado alabando en secreto a un chiquillo necio y grosero, que al final había resultado ser su perdición. Pero lo peor era que no le importara ese hecho, en esos momentos, solamente el que estuviera a su lado podía consolarle un poco.

Shiro no tardó en caer profundamente dormido debido al agotamiento que sufria su cuerpo por haber estado cuidando del samurai, preocupandose por él. Aunque su mente conciente no lo admitiera, habia terminado acostumbrandose a él y a pesar de sus constantes peleas sentia que incluso habia llegado a quererlo un poco. ¿Quererlo? ¿Pero en que rayos estaba pensando? ¡No podía quererlo! Cuando vinieran a buscarlo las tropas de su hermano, se libraria de él, ¿no? Entonces, si así seria... ¿Por que se habia esforzado tanto en salvarlo si es que al final igualmente iba a morir? Una parte de su ser se sintió aprehensivo ante eso y su ser comenzó de manera inconciente a buscarlo, girandose en el futon, buscandole, hasta que finalmente encontró esa fuente de calor a la que ya se habia acostumbrado. Ello pareció relajar sus pensamientos al imaginarse que aquel calor era Takeshi, quien lo abrazaba. ¿Lo salvaria? ¿Podía hacerlo? ¿Y estaria dispuesto el samurai a jurarle lealtad para salvar su vida? Su noche, por lo visto, a pesar del sueño no iba a ser tan tranquila.

El samurai sintió el cuerpo ajeno repegándose al suyo y el aroma suavesito, fue más fuerte. Cerró los ojos para disfrutar de él, para dejar que lo inundáse y alejara la angustia de su mente, por lo menos en ese pequeño lapso de tiempo, en el que se abstraía mientras lo recordaba, lo recordaba sonriéndole, mirándolo con furia, con tristeza, llorando. Sus ojos, la forma exacta de sus facciones y esos gestos caprichosos, el tono exacto de su voz...maldita sea, podía recordarlo todo perfectamente, era como si ya estuviera extrañándolo, aunque estuviera justo ahí, a su lado, sus almas seguían separadas por un mar de distancia, ese que se convertía lentamente en un abismo, sin luz ni color, sin voz ni tacto. Tan cerca y tan lejos a la vez. Los minutos transcurrían como horas, eternas, dolorosas; el estómago dolía con un nudo de soledad. Se arrullaba en su agonía, con su compañía, y que aunque sus oídos no escucharan palabras, lo que escuchaba era a su corazón lamentándose su suerte.

La noche se le hizo eterna y sin darse cuenta habia terminado sin quererlo realmente abrazado al mayor, acurrucandose en su pecho como un niño asustado e indefenso que es lo que realmente era, la manera real en que se sentía. De algún modo esperaba que la noche fuera eterna y que el sol nunca llegara a salir.-Takeshi...- Su nombre se escapó d sus labios en un susurro infimo, casi inaudible mientras se aferraba mas fuerte de sus ropas, tan ensangrentadas como las suyas. Que no lo dejara, era lo unico que su inconciente pedia pues aunque no lo dijera, sus gestos expresaban esa necesidad que tenia de ser protegido por el mayor, como cuando le habia salvado de aquellos sujetos.

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