De paseo por los jardines de la mansión Soma

-oh!! Tori chan me haces tan feliz

El peliplateado nisiquiera dudo en lanzarse hacia el mayor de los tres y entelazar su mano con la del medico tirando de el -Vamos vamos! - subio la voz tanto, que seguro cualquier habitante viviente en diez kilometros a la redonda los habia escuchado - vamos Gure chan!

Se sonrio al sentir la calidez en la mano de Hatori y penso en la ironia de que un hombre tan frio pudiera ser al mismo tiempo el mas tibio y dulce que conocia.

Ayame los guio a un elegante salon del tè, un lugar donde las amables tenderas les dieron una cuarto privado y les acercaron bocadillos y los aditamentos necesarios para preparar tè verde.

-Awww esto es tan lindo como en los viejos tiempos! - La serpiente giro varias veces como si danzara y miro emocionado el lugar.

-Planear? - Ayame fingio inocencia mientras se ponia en pie de nuevo - pero me ofendes Gure chan, yo no planeo nada.

Lanzo a Hatori una especial sonrisa y arrodillandose con suavidad, acerco a la mesa los aditamentos del tè, se amarro el cabello a su espalda y con la gracia de una Geisha comenzo la ceremonia moviendose con mas suavidad que una mujer.

- Una vez..hace mucho tiempo - Ayame bate con maestria el estracto de las hojas pulverizadas, los colores se mezclan en gamas de pasiones que la serpiente vigila sereno sin dejar de hablar - Tres reyes se sentaron a beber el tè

Coloco un poco de la verde pasion en tres recipientes diferentes y con cuidado derramo agua caliente para completar la preparacion.

-Sin embargo el tè resulto magico y motivo los ardores de los cuerpos de los reyes...ya saben ese soplo de calor que solo da buda - con amistosidad alcanzo una de las tacitas a Shigure y despues con una mirada especial y de manera sumisa le paso la otra a Hatori rozando sus dedos al darle la porcelana - y me preguntaba...si este tè. tambien podria ser magico.

-Gure chan!!! sigues siendo un pervertido! por eso eres tan genial... me pregunto con cuantas colegialas te habras acostado - Ayame bebe de su propio tè y se sienta al lado de Hatori recargando la cabeza en el hombro del medico.

-Y tu Tori chan... ya superaste lo que paso con tu chica? - La pregunta fue hecha con mucho cuidado.

Ayame sonrie ante el tacto de Hatori y mira despues a Shigure siguiendolo en su risa -Ese si es un semental!
El peliplateado tuvo que ahogarse un suspiro Hatori rara vez se portaba de aquella manera con èl y tenia que admitir que lo estaba disfrutando.

-Quieren que baile para ustedes?

Propone subitamente.

-Ooh Tori chan no son arranca suspiros

La serpiente deja la pequeña taza en la mesa baja de centro y se aleja caminando de espaldas sin dejar de ver a sus amigos - Pero a Gure le gustaba y tu me veias aveces, cuando no estabas regañandome por alguna cosa

Su sonrisa se amplio y al fin colocandose en el centro de la habitacion les dio la espalda a ambos, se tomo un segundo y lo primero que se movio en su cuerpo fue una mano... su mano se alzo con gracia, los indices se estiraron como si tocaran un fino piano y poco a poco al ritmo de una musica inexistente cada parte de su cuerpo se movia con gracia, giraba sobre sus puntas, su cabello se agitaba y sus piernas se delineaban a la perfeccion a cada paso, nisiquiera hacia falta musica Ayame tarareaba algo con voz queda y la habitacion se rendia a la danza de la serpiente hinoptica y peligrosa, sus sonrisas se dedicaban una a Shigure y otra a Hatori a quien se acercaba de vez en vez solo para alejarse con un giro suave y retomar sus movimientos.

La serpiente dejo que el yukata que portaba ese dia bajara incitador por uno de sus hombros, su baile se prolongo en flexiones leves que daba pero que dejaban clara su habilidad.

-no digo que no te guste...- Murmuro mientras seguia danzando - solo que antes me regañabas por hacerlo en medio dela escuela - sonrio de nuevo para el medico y dedico a Shigure una mirada anticipadora.

Ayame mira al par y deja de bailar subitamente

-.....

Su pecho esta ligeramente agitado por el baile pero lo agita mas contemplar a sus dos amigos.