La galeria del placer...

Ayame obedecio de inmediato, complacido por las palabras del dragon - Yo tambien cuidare de ti.... - murmuro a media voz antes de alcanzar al dragon para guiarlo de la mano escaleras abajo - en serio un chico te hizo eso? deberias castigarlo con muchos besos

La serpiente no pudo evitar una risita fue y se sento en la pequeña mesa, no en una silla sino sobre la mesa y lanzo una mirada de disculpa falsa a Hatori - pues creo que tu corazonada es correcta... si quieres yo cocino pero si se quema mi casa me ire a vivir contigo - de pronto la idea de cocinar no le parecia tan mala.

-Pero que sea de champiñones por que no tolero el peperoni - Pasa sus manos por el cuello y enreda con sus piernas la cintura del medico, su boca busca la de Hatori y cuando la encuentra la toma con hambre, simplemente no puede resistirse, es demasiado apuesto y demasiado bueno para ser real, la punta de su lengua incita a los labios de su amante para que se separen.

Ayame no puede evitar una risa divertida, le pasa el telefono a su amante pero en cuanto Hatori comienza a hablar a la serpiente le parece divertido jugar, la señorita del otro lado de la linea comienza con sus preguntas mientras Ayame besa el cuello del dragon y dibuja pequeños circulos con su lengua sobre la calida piel... despues sopla sensualmente sobre la humedad que provoco.

-Pues a mi no me molestaria... quiero estar contigo cada segundo antes de que tengas que irte por que... ¿cuando volvere a verte? - Ayame sabia que Hatori era el medico de la familia y por lo tanto siempre era dificil que tuviera tiempo libre, ademas Akito lo monopolizaba de vez en vez - Pero... te imaginas al repartidor de pizzas y la cara que pondria si salgo desnudo a recibirla? - siguio abrazado de su amante con brazos y piernas dandole cortos besos a cada oportunidad

Estaba completa total y absolutamente enamorado, cada caricia de Hatori lo hacia sonreir como un pequeño al que se le ofrece un delicioso dulce y el no podia evitar corresponder con todo su corazon -Hare que me ames...- Hablo casi como si fuera una amenaza aunque sus ojos seguian siendo dulces como la miel derritiendose por el otro -Hare que me ames tanto que no podras vivir sin mi . regreso un beso como el ultimo que recibio.

-y que mas da si no comemos...? ah...Tori... -Ayame estaba por entregarse a sus sensaciones de nuevo, su pecho ya comenzaba a agitarse y su piel se habia erizado ante las suaves atenciones sin embargo subitamente llamaron a la puerta -Maldito servicio ultra rapido.... -La serpiente murmuro entre dientes aun en su posicion -No les des propina por inoportunos - Hizo un mohin de niño pequeño.

-Tus halagos no te serviran de nada, preferiste esas pizzas de champiñones que a mi

Ayame miro hacia otro lado como si de verdad estuviera molesto pero un sonidito en su estomago delato que el tenia tanto apetito como Hatori.

-Bueno... lo tendre en cuenta

La serpiente termino por sonreir rindiendose ante las atenciones del dragon - Me entere que estuviste con Gure estos ultimos dias - Pregunto como disimuladamente mientras tomaba en trozo de pizza.

-pues Gure chan es como mi hermano, lo adoro - Contesta con franqueza mientras tambien da un mordisco a su comida, la mastica y la traga en silencion - pero... me gustaria que me dijeras que es exactamente lo que paso entre ustedes?

-Sexo...- Ayame sintio que su sangre se congelaba de pronto el apetito se le habia escapado, dejo la pizza en la mesa y confronto la mirada del medico - Tu... cuando yo te pregunte si te gustaba mas que el dijiste que jamas habias estado con ninguno de los dos... y ahora me dices que se acostaron? - Luchaba por que la ira no lo rebasara pero aquello era complicado, se puso en pie - Tal vez es mejor que te marches

Hatori....- Ayame sintio la necesidad de ir tras el ¿que estaba haciendo? ¿por que lo dejaba marcharse? parpadeo y una cristalina gota le golpeo la mano y se rompio en estelas de prismas - Hatori... - sollozo mientras arrojaba la pizza al suelo, siempre habia sido violento cuando perdia los estribos y su tarde de en sueño se habia convertido en una pesadilla, aquel dia se quedo dormido justo como estaba en la cocina llorando sobre la mesa hasta quedarse sin fuerza, no podia odiar a Shigure por que lo adoraba con toda el alma y tal vez... tal vez el medico solo estaba jugando con los dos aunque ¿le habia dicho que lo amaba no?... se rindio al cansancio decidiendo que al dia siguiente iria a buscar al dragon.

Ayme desperto aun en su cocina, tenia ojeras y una cara bastante mala, subio a darse un baño y se vestio cuando salio de la casa estaba realmente nervioso ¿que le diria a Hatori? tal vez deberia hablar con el canino antes que con el hipocampo pero Shigure seguro se lo tomaria a juego, trato de sonreir cuando alguien lo saludo en la calle pero parecia apagado y sin brillo se sorprendio cuando la asistente de Hatori le dijo que no se habia presentado a trabajar y por un momento la tristeza desaparecio siendo reemplazada por la angustia fue directo hasta la casa matriz y entro caminando presuroso hacia la casa de Hatori rogando por que Akito no hubiera descubierto lo suyo y que el dragon se encontrara bien.