La galeria del placer...

-Dime una cosa Hatori... - La voz de Ayame es la de un verdadero enamorado, detiene un poco a su amante para tumbarlo sobre la cama y subirse a horcajadas sobre el, el peliplateado es una verdadera serpiente, su mano acaricia el pecho del dragon, su lengua busca la lengua de su amante y su cadera se empuja contra la entrepierna aun protegida por la ropa - te gusto.... te gusto mas que shigure? - se sonroja un poco pero sus ojos siguen llenos de deseo.

-Entiendo....- La serpiente refleja claramente su desilucion pero sus besos siguen decorando el cuello y los hombros de Hatori - Es solo que yo... - Duda y al final no dice nada temeroso de un nuevo rechazo, su mano ya esta abriendo el pantalon del dragon.

-Yo... Hatori yo estoy enamorado de ti - Ayame abre los ojos con sorpresa ante sus propias palabras pero se abraza de su amante temiendo que este lo abandone por su imprudencia - yo me moria de celos cuando estabas con Kana...y...y jamas pude decirte nada a Shigure lo adoro pero es para mi como un hermano y tu... Hatori yo... - La voz se le quebro un poco pero aquello no evito que de nuevo reptara hacia abajo hacia el abdomen del medico donde hizo un camino de besos al rededor del ombligo - Solo... no quiero perderte

-Ah... Tori... - Ayame se remueve sobre las mantas incapaz de contener todo su deseo, la calidez del cuerpo del dragon sobre el suyo lo hace temblar por la emocion - Tori! - alza la voz llevandose una mano a la boca para tratar de acallar un poco los jadeos pesados que estan saliendo de su garganta por las atenciones del medico.

Ayame cierra los ojos con fuerza aquel momento es como todos sus sueños hechos realidad, su corazon late tan fuerte que le da miedo que Hatori pueda escucharlo asi que prefiere hacer otro tipo de ruido - Tori... entra en mi... ah... mi amor hazme tuyo

Su voz sisea como la de una serpiente, sus mejillas estan encendidas y su corazon solo se agita ante las caricias del medico.

No...nh.... oh! Hatori - Las manos de marfil de la serpiente arañaron las sabanas de manera deseosa - Si Tori chan... ahg! no me importaria que me lastimaras mientras seas tu!

La serpiente se siente en la gloria, Hatori no es solo el hombre que ama si no ademas un amante maravilloso

-Ah.... Tori yo... no yo... jamas - La voz se le entrecorta y respira pesadamente entregandose al movimiento de aquel dedo que le hace mover la cadera - yo queria que tu... fueras ah! - se tensa un poco antes de continuar - fueras el primero...te amo... en serio te amo!

Ayame sentia que era un poco injusto el que el estuviera recibiendo todo el placer pero cuando los dedos del medico comenzaron a moverse como tijera y la lubricacion continuo la serpiente se olvido un poco de ellos y alzo la voz - Me encanta... se siente... Tori.. ah... se siente tan bien...

Mmh! si Hatori! - Ayame ya no sabe a que aferrarse, se ha mordido el labio inferior y mantiene las piernas abiertas en espera de su amante, la calidez de la boca del dragon lo hace entornar los ojos - Tori chan... dime que me quieres aunque no me ames... al menos dime que me quieres

La serpiente mueve la cabeza de uno a otro lado con un deseo que se siente en su ardiente piel.

Hatori! - El grito de la serpiente era como una cancion de amor, amaba al dragon y al sentirlo entrando suavemente abriendo sus paredes a su paso simplemente termino de enloquecer, su pecho subia y bajaba tan rapido que penso que iba a estallar, sus uñas se marcaron en la espalda desnuda de su amante el dolor era muy leve pero no pudo evitar tensarse un poco apretando a Hatori entre sus paredes - Te amo... te amo tanto... yo no sabria vivir sin ti... Tori ah Tori...

-Ahora...

Ayame se toma un momento para sonreir complacido poco a poco relaja las uñas que se enterraban en la fuerte espalda y las mueve hacia el rostro de Hatori del que retira con amor el cabello que perla el sudor para poder ver el herido ojo del dragon.

-Ahora somos uno... - Suspiro y no pudo evitarlo, el pecho le quemaba por el amor y la pasion. - Me gustaria quedarme asi...mmh para siempre.

-Seguro?

La serpiente contiene el aliento un segundo esta vez es su turno de alzase un poco para besar con amor el parpado del ojo herido del dragon, inmediatamente despues se deja caer de nuevo sobre el colchon pero sus manos no dejan de acariciar con ternura toda aquella extendion de piel que tiene cerca, uno de sus dedos delinea de manera hinoptica el labio inferior de Hatori.

-Dime lo que piensas...yo...Tori te he abierto mi corazon ¿por que no me dices que es lo que piensas? - la accion en su entrada le colorea las mejillas violentamente.

-....- Ayame guardo silencio ya no presionaria y ademas estaba feliz en ese momento, le bastaba saber que Hatori estaba entregandose a el de la misma manera en que el se entregaba- Ahora... hazlo mas rapido amor...

Ayame suspiro y sus labios temblaron no sabia cuanto podria aguantar con la agradable sensacion de Hatori dentro - Es...eres grande - reconocio apenado.